El Mouse (ratón) por su forma y su cola (cable), es un dispositivo periférico apuntador para facilitar el manejo en un entorno gráfico, está hecho generalmente de plástico y se ocupa con una de las manos deslizándolo por una superficie plana.
Es un dispositivo imprescindible para la mayoría de las personas, aunque han aparecido nuevas tecnologías para una función similar como la pantalla táctil, tiene todavía muchos años de vida útil.
Los hay de varios tipos:
Mecánicos: Constan de una gran esfera de plástico o goma, en su parte inferior que mueve dos ruedas que generan pulsos en respuesta al movimiento de éste sobre la superficie.
Ópticos: Su funcionamiento se basa en un sensor óptico que fotografía la superficie sobre la que se encuentra y detectando las variaciones entre sucesivas fotografías, se determina si el ratón ha cambiado su posición. En algunas superficies o sobre determinados materiales brillantes, el mouse óptico causa movimiento nervioso sobre la pantalla, por eso se recomienda el uso de una alfombrilla de ratón o superficie que no debe ser brillante y mejor si carece de grabados multicolores que puedan "confundir" la información luminosa devuelta.
Láser: Es más sensible y preciso, aconsejable para diseñadores gráficos y jugadores de videojuegos.
Trackball: El concepto de trackball es una idea que nace del hecho de que se debe mover el puntero, no el dispositivo, por lo que se adapta una bola a el, de tal forma que cuando se coloque la mano encima se pueda mover mediante el dedo pulgar, sin necesidad de desplazar nada más. Así se reduce el esfuerzo y la necesidad de espacio, además de evitarse un posible dolor de antebrazo por el continuo movimiento de éste. A algunas personas, sin embargo, no les resulta realmente cómodo.
Existen una gran variedad de mouses: con cable, inalámbrico, de 1 hasta varios botones, con rueda, etc., el mas común consta de 2 botones y una rueda (scroll).
